CONSTRUCCIÓN EXPERTA
A MANO

Todas las ruedas DT Swiss se construyen a mano. Sin embargo, la construcción a mano por sí sola no basta para garantizar una rueda estable y duradera. Para construir un conjunto de ruedas de alta calidad, se requieren conocimientos y, por encima de todo, experiencia.

LA EXPERIENCIA ES LA RAZÓN

La experiencia es exactamente la razón por la que DT Swiss ha optado por no utilizar máquinas de construcción de ruedas. Simplemente, las máquinas actuales de construcción de ruedas no son capaces de construir una rueda con la misma calidad y en el mismo tiempo que a mano. De hecho, son muchos los factores que entran en juego a la hora de centrar una rueda, y varían de una rueda a otra. Los mecánicos aprenden a identificar estas diferencias con el paso de los años y saben cómo actuar. La flexibilidad es otra ventaja de la construcción a mano. Durante el proceso de construcción, las ruedas DT Swiss son distendidas varias veces en cada lado, hasta que las desviaciones laterales y verticales y la tensión de los radios están dentro de las tolerancias deseadas. En la producción a máquina, estos pasos intermedios impondrían cambios de utillaje durante la construcción, lo que daría al traste con las ventajas de la producción a máquina. No es nada raro, por tanto, que estos pasos tan importantes se omitan de la producción a máquina.

LA TENSIÓN DE LOS RADIOS: FUERZA OCULTA

 

Un factor esencial que garantiza la calidad de una rueda es la tensión de los radios. Es esta fuerza oculta la que hace que una rueda sea duradera, le proporciona una maniobrabilidad precisa y hace posible la aceleración.
El arte de la construcción de ruedas consiste en ajustar la tensión de los radios lo más cerca posible del máximo nominal, pero manteniendo al mínimo posible la desviación de las tensiones entre ellos.
La ilustración 1 muestra las tensiones de los radios de una rueda trasera de 28 radios. El círculo negro representa las tensiones de los radios del lado derecho (lado de piñón) y la curva roja muestra la tensión del lado izquierdo (lado opuesto al piñón). Aquí se puede ver que las tensiones individuales de cada lado difieren mínimamente entre sí.

La ilustración 2 muestra la tensión de una rueda cargada estáticamente con el peso de un ciclista.
Si la rueda está precargada correctamente y por igual, la carga se distribuye a casi todos los radios de la mitad superior de la rueda. Es aquí donde la tensión de los radios individuales aumenta, mientras que las tensiones de algunos radios disminuyen ligeramente en la zona de la superficie de contacto.
Es decir, durante la rotación de la rueda, cada radio se carga y descarga una vez.
En una rueda de 29 pulgadas, ocurre aproximadamente 430 veces en un tramo de un kilómetro de longitud.
Si la precarga es demasiado baja en general, los radios pueden descargarse completamente, terminan por aflojarse aún más y padecen luego una carga superior. La rueda es más inestable en general y el material de las cubiertas sufre una fatiga prematura.
Por otro lado, si las tensiones son demasiado elevadas en los picos de carga, por ejemplo, al aterrizar tras un salto, la fuerza que sufre el radio es excesiva y podría llegar a deformarse. Este sobreestiramiento de los radios perjudica a las tensiones y la rueda pierde estabilidad.

huella digital

Las expectativas de calidad de los clientes, pero también las de la propia DT Swiss, son muy elevadas. En DT Swiss se llevan a cabo rigurosos controles de calidad para satisfacer estas expectativas.

 

DT Swiss toma una «huella digital» de cada rueda antes de que salga de la producción. Además de la tensión de cada radio, esta huella digital también contempla la centricidad y la concentricidad de la rueda.
No sale de la fábrica ninguna rueda que no satisfaga unos requisitos estrictos.
La huella digital de cada rueda se guarda, junto con el nombre de su constructor, en la base de datos de DT Swiss.
La suma de estos controles garantiza el más alto nivel de calidad en las ruedas DT Swiss.